Cada día son más las variables que debemos manejar para elegir un barco. Con un mundo tan globalizado e industrializado la oferta puede llega a ser abrumadora. Como en general invertimos un capital relativamente importante, tememos estar “tirando la plata” en algo que no nos sirve, o nos llene de dolores cabeza. Con este artículo lo que pretendemos es repasar los criterios que nos deben llevar a elegir correctamente, y a hacer una transacción con las mayores garantías.
Tal vez lo primero que debamos definir es para qué queremos el barco: dónde vamos a navegar, si queremos participar en alguna regata, si la familia nos va a acompañar, si navegaremos solamente en verano o si vamos a querer probar el encanto de nuestros ríos en el invierno, si planeamos dormir abordo algunos días, etc, etc, etc.
También es importante definir un presupuesto, saber hasta dónde podemos o queremos invertir en total, incluyendo reparaciones, equipamiento, gastos de transferencia, etc.
Una vez que tenemos un determinado presupuesto y una idea clara del uso que se le va a dar al barco, podemos comenzar nuestra elección. Ahora, si Ud. no tiene la menor idea de qué son los distintos barcos deportivos y en qué rangos de precios se mueven, tal vez esta tablita esquemática lo pueda orientar, si bien hay muchas excepciones:
Lancha Uso Diurno: pesca, paseo, ski Rango de precios: U$S 6.000 a U$S 35.000
Day Cruiser Uso Diurno y fin de semana: paseo y pesca Rango de precios: U$S 35.000 a U$S 100.000
Crucero Uso: Vacaciones a bordo, agasajar invitados, pesca Rango de precios: U$S 60.000 en adelante
Day Sailer Uso: Paseos diurnos a vela Rango de precios: U$S 5.000 a U$S 25.000
Velero de crucero Uso: Vacaciones a bordo, travesías costeras, ríos, etc Rango de precios: U$S 15.000 a U$S 100.000
Velero oceánico Uso: Idem al anterior pero más apto para travesía oceánica Rango de precios: U$S 50.000 en adelante
Catamaranes oceánicos Idem al anterior U$S 150.000 en adelante
Velero de regata Regata y ocasional crucero U$S 20.000 en adelante
Una vez que tenemos claro el tipo de barco que buscamos y un presupuesto aproximado, conviene hacerse una pregunta más: ¿Nuevo o Usado?
La mayoría de la gente se olvida de considerar la opción de barcos nuevos, porque en nuestro país no se ve casi oferta de “cero millas”. Es tan pequeño nuestro mercado que para los importadores de barcos nos resulta imposible mantener un stock decente de unidades que permita una cierta variedad de opciones. La ventaja que sí podemos ofrecer como contrapartida, en estos paisitos, es la de recomendar el barco que el cliente quiere en lugar del que le queremos vender para aprovechar nuestro stock o nuestra marca. Además, la liviana infraestructura con que contamos nos permite vender a precios que los grandes distribuidores con millones invertidos en stock no pueden llegar.
Encargar un barco a gusto y medida puede ser muchas veces la opción más sensata, básicamente por los siguientes motivos:
1) Cuando en un barco falla algún sistema vital, no es posible correrse a la banquina y llamar al Automóvil Club. Por eso es muy importante tener el barco en condiciones. Todos los materiales sufren deterioro por uso y sobre todo por el paso del tiempo. La acción permanente de los rayos U.V., y el ambiente húmedo y salino, van atentando contra todo: motores, aparejos, metales, plásticos, lonas, etc.
2) Sin embargo, por diversos motivos que sería muy largo describir, los barcos NO se deprecian tanto como los autos. Un barco de 5 años bien mantenido baja aproximadamente un 25% de su valor, y uno de 10 años un 35%. En el mercado automotriz los números son mucho más crueles y sin embargo mucha gente que compra autos cero kilómetro o con menos de 50.000 kms, buscan barcos de 10 o más años para complicarse las vacaciones.
3) Mantener un barco en buen estado implica prestarle bastante atención, particularmente en un país en donde hay buena mano de obra especializada, pero algo escasa. Por eso también es más que reconfortante comprar un barco con garantía y servicio post-venta.
4) No hay nada más lindo que elegir de toda la oferta mundial, el barco ideal para cumplir nuestros sueños, elegir su color, instrumentos y chiches de última generación, bautizarlo y estrenarlo!!
Sin embargo, a veces tenemos requisitos mínimos de confort, performance, etc, que exceden a nuestro presupuesto si consideramos sólo lo nuevo. En esos casos, hay que revolverse en el mundo del usado, que también puede darnos grandes satisfacciones.
Para comprar un barco usado, los menos expertos tienden a buscar los barcos más nuevos, o con menos horas en los motores, pero esto en general conduce a un error. Probablemente compren a precios más cercanos al del barco nuevo pero difícilmente sea la mejor opción.
“La calidad de un barco usado puede definirse como la conjunción de la calidad del diseño, la calidad constructiva y la calidad del mantenimiento que haya tenido desde que fue botado. La edad y las horas de uso son temas secundarios”
Basados en esta frase muy sabia que no es invento mío pero que me ha servido mucho, podemos fácilmente avanzar en las 2 primeras hebras de la trenza, seleccionando un buen diseño y un astillero de buena reputación. Ahora, la tercera hebra, que habla del mantenimiento, es bastante más compleja, y es por donde llegan las sorpresas. Por eso aconsejamos siempre empezar a buscar en nuestro mercado local, a pesar de la escasa oferta, porque es más fácil que podamos averiguar la historia del barco: quiénes fueron sus propietarios, cómo lo mantuvieron, qué problemas ha tenido, cuándo se cambiaron determinadas piezas que tienen vida útil limitada, etc, etc.
Una vez elegido el barco se negocia el precio y forma de pago. Es bastante común obtener un 10% de descuento en operaciones al contado o alguna financiación corta de no más del 50% del valor del barco. También se negocian muchas veces la entrega de barcos de menor valor como parte de pago, si son bien vendibles y están en óptimas condiciones.
El siguiente paso es firmar un boleto de reserva, con una seña, y programar los siguientes chequeos:
- Revisación de la documentación por parte del escribano actuante, sacar certificados, etc
- Prueba de navegación e inspección mecánica y de todos los sistemas de abordo
- Inspección en seco para verificar si el casco no tiene ósmosis, revisar ejes, hélices, patas, etc.
Superadas todas estas pruebas, se firma la compraventa definitiva y se entrega el barco.
Como podrán apreciar hay una cantidad de detalles que debemos tener en cuenta en todo este proceso, más otros que no mencioné aquí como la bandera del barco, que analizaremos en un futuro artículo. Por eso recomendamos siempre asesorarse por un broker profesional. Este les cobrará una comisión del 4 o 5%, pero comprar el barco adecuado y hacerlo prolijamente justifican con creces dicho gasto.
En resumen, la náutica deportiva nos brinda enormes satisfacciones, nos mantiene en contacto con la naturaleza y es una manera muy saludable de disfrutar la vida en familia y con amigos. Nuestro país tiene mucho para ofrecer, tanto en su costa marítima y del Río de la Plata, como también en los ríos interiores. Aprovecharlo es sólo cuestión de proponérselo…